No me condenes, pues no soy malo¿acaso no has visto las maravillas
que para tì y por ti han sido hechas
en tu derredor y en tu cuerpo mismo?
Cual artista he esculpido tu figura
y moldeado tus formas, tu suavidad
y he resaltado de entre tus pliegues
la sensualidad encerrada tras de tì.
He exaltado de tu rostro petreo
la sonrisa, la mueca dulce, el beso.
saciado tu tristeza con màs dolor
y tus lagrimas con màs llanto.
No me reclames que no he escrito
cuando solo he sentido el astio del artista
que quiso hacer lo que no se penso de èl
y màs tarde se vende su obra fatua mas cara.
Por que el cambiar o el permanecer no se
acomoda segun nuestros pesares,
que el que te moldea desea, necesita
su espacio vital para regalarte con su fervor.
Ese fervor que nuevo es como los botones
de flor, es como los retoños de verdura
que tiernos son y suaves son dulces
que maravillan aun que se hayan probado antes.
Por que hasta la pasiòn renovada se siente
y se aprecia como manjar jugoso cuando
interrumpida se retoma, y mirame ahora
abundante, frondoso y fresco para ti.
*Suzette
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