
Tumbada en la cama, acabo de despertar, aún somnolienta. Entre sueños, deseos y realidad... mi mente vuela. Mis recuerdos me invaden y me llevan a tu lado, mientras mi mano viaja por mi cuerpo, acariciando lentamente cada milímetro.
Recuerdo la tarde que estuvimos juntos, como sentí tu mirada en mí y me ruborizaba, como cada poro de mi piel desbordaba entrega y deseo de pertenecerte. Recuerdo casi como si fuese un sueño, cada caricia de tus manos, los pellizcos en mis pezones me parecen ahora tan reales que casi duelen al rozarlos con mis dedos.
Recuerdo como mi interior vibraba con cada palabra, como en ese momento el tiempo se paró y no había nadie más, y yo no sentía nada más que lo que tu querías que sintiese, Tu perra, Tu puta, Tu sumisa.
Recuerdo como junto al coche te sentía en mi espalda, y como tu respiración me llevaba al límite... Recuerdo como pellizcaste de nuevo mi pecho y lo apretaste, y como en vano intenté impedírtelo. Recuerdo como se calentó mi culo ante tus azotes reprendiéndome por esa acción...
Y recuerdo... como quise que en ese momento no frenases mi excitación, como me hubiese gustado que me obligases a apoyarme en el coche mientras levantabas mi falda, mientras me bajabas las bragas... y me usases y disfrutases de mi, y yo de ti, como hubieses querido.
Y hoy, recordando éso me he acariciado, y he frenado en el momento, porque no quiero sentir ésto sola... esperaré... a que quieres poseerme.

No hay comentarios:
Publicar un comentario