DESATINO

Soy tu diosa dormida, la que espera
por tus piernas, altiva galería
al elevar la mano temblorosa
entre duras columnas de deseo.

Te aguardo. Tú conoces el refugio,
las bravas indiscretas confusiones.
No hay cadenas que amarren la esperanza
ni fantasmas que libren el ataque.

Solamente una lágrima vetusta
que se pasea terca por mis ojos...
Apetece tus besos, por costumbre.

Devuélveme la vida por el luto.
Es calmoso apetito entre mis dientes
casi niebla inmortal por impasible…




*Suzette