10.9.10




En la cúspide
la voz como un eco,
perdido en el silencio
sacude las hojas de los arboles.
.
Melodioso tropel de orfandados gemidos
sin raciocinio quedan prendados
de la luna.

.
Silencio y quietud confiscan
el oportuno desierto
en el que dos cuerpos son ríos
desembocando uno en el otro.


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Fluyen, desintegrando amor
entre las sábanas.

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