.
Que me cubran los besos de su boca
como ropa fresca y limpia de fina seda;
que me aprisione su lengua húmeda
y que me embriague con su dulce miel,
y con el suave aroma de su piel…
que me susurre al oído: eres mía
con voz rasgada y agitada,
que me seduzca con sus caricias
y me ate a sus brazos en las viñas
hasta que las sombras se dispersen al mediodía.
.
Soy desierto de arena morena y cálida
que triste y desierta ahora se encuentra;
soy gardenia que florece en primavera
bañada con gotas de rocío fresco
y viento suave y delicado del prado;
tómame amado mío, ahora que estoy libre
como el viento que se mece…
dime amor de mi vida
dónde te puede encontrar mi alma
que hoy anda vagabunda.
.
EL
.
Como jardín de nardos enamorados
se refleja en la fuente de mis ojos,
y cual caricia de brisa marina, impetuosa
se golpea sobre la piel ansiosa,
de estos hombros rudos.
.
Has bajado del monte
buscando las flores del valle,
y en un cesto de dalias y azucenas
colocas las uvas maduras y la miel de abejas.
.
AMBOS
.
Recuéstate, amor de mi alma, sobre el verde prado
y déjame acariciar tu piel como el trigo
que es acariciado por el viento fresco de verano.
.
Despójate, amor de mi alma, de esa ropa
y déjame explorar aquella carne trémula
…pura y clara como el agua de la cascada.
.
ELLA
.
Su voz resuena como el bramido de las olas
que avanzan inquietas y traviesas;
su rostro emerge y se asoma por las ventanas
y espía por la cerradura de la puerta
hecha de cedro y caoba…
entra, amado mío, que espero tus besos
que ansío tus mimos, apasionados y tiernos,
rasga mis vestidos con tus manos
…únete a mi, entra a lo más hondo…
a lo más profundo de este deseoso cuerpo.
.
Entre las cobijas y sábanas te he buscado
pero tal parece que has escapado;
quizás huiste con el viento gélido de la madrugada
o acaso partiste silencioso cuando despertó el sol,
empapado de sudor y sal…
ahora salgo al balcón a buscar tu figura herida
tu torso desnudo y tu pecho velludo;
tratando de sentir tu calor intenso…
tu corazón acelerado y tu piel perfumada
por la tímida niebla de la mañana.
.
EL
.
Sobre el lecho ha quedado el calor de nuestros cuerpos
y entre las sábanas has perdido tu inocencia…
oh, déjame contemplar aquella piel de dulce nata,
esos labios que exhalan suspiros y gemidos,
déjame acariciar tu pierna desnuda…
.Deja que tenga por esta noche:
aquellas caderas sinuosas como la carretera,
aquel vientre llano como planicie…
déjame tener esos pechos que se bañan en leche
déjame tenerte ahora, pues más tarde, ya no podré.
.
AMBOS
.
Aquí estoy, cansado y somnoliento
rodeándote con mi brazo derecho
y rozando tu piel con mi mano curiosa.
.
Aquí estoy, acariciando al ser que amo
aún cuando sé que durará mucho tiempo
pues la noche se acaba y el alba se anuncia.
.
ELLA
.
Oh, amado mío, amémonos en la penumbra
para que nadie observe la desnudez de mi alma.
.
EL
.
Oh, amada mía, amémonos en la sombra
que sea la oscuridad nuestra guarida.
.
AMBOS
.
Amémonos aquí, en el misterio de la nada,
dónde nuestro amor todo lo domina.
.
Amémonos aquí, de mil formas y maneras
que no importe nada, sólo nuestras caricias.
.
ELLA
.
Ven aquí, ahora y no más tarde
ahora que siento como cae la ropa
y como se humedece la piel de tanta espera.
.
EL
.
Ven aquí, ahora y no más tarde
ahora que siento ansias de ser amado
y acariciado por tus manos y por tu cuerpo.
.
AMBOS
.
No tardes más y sedúceme,
a soñar y desear amarte, enséñame…
y por las sendas del placer guíame.
.
No tardes más y tócame,
toda la piel… vamos acaríciame…
y al éxtasis total llévame.
.
Que sea esta noche por siempre
y que descubra toda la gente,
nuestros secretos más íntimos
que sepan lo que somos:
…dos misteriosos…
Amantes noctámbulos.
como ropa fresca y limpia de fina seda;
que me aprisione su lengua húmeda
y que me embriague con su dulce miel,
y con el suave aroma de su piel…
que me susurre al oído: eres mía
con voz rasgada y agitada,
que me seduzca con sus caricias
y me ate a sus brazos en las viñas
hasta que las sombras se dispersen al mediodía.
.
Soy desierto de arena morena y cálida
que triste y desierta ahora se encuentra;
soy gardenia que florece en primavera
bañada con gotas de rocío fresco
y viento suave y delicado del prado;
tómame amado mío, ahora que estoy libre
como el viento que se mece…
dime amor de mi vida
dónde te puede encontrar mi alma
que hoy anda vagabunda.
.
EL
.
Como jardín de nardos enamorados
se refleja en la fuente de mis ojos,
y cual caricia de brisa marina, impetuosa
se golpea sobre la piel ansiosa,
de estos hombros rudos.
.
Has bajado del monte
buscando las flores del valle,
y en un cesto de dalias y azucenas
colocas las uvas maduras y la miel de abejas.
.
AMBOS
.
Recuéstate, amor de mi alma, sobre el verde prado
y déjame acariciar tu piel como el trigo
que es acariciado por el viento fresco de verano.
.
Despójate, amor de mi alma, de esa ropa
y déjame explorar aquella carne trémula
…pura y clara como el agua de la cascada.
.
ELLA
.
Su voz resuena como el bramido de las olas
que avanzan inquietas y traviesas;
su rostro emerge y se asoma por las ventanas
y espía por la cerradura de la puerta
hecha de cedro y caoba…
entra, amado mío, que espero tus besos
que ansío tus mimos, apasionados y tiernos,
rasga mis vestidos con tus manos
…únete a mi, entra a lo más hondo…
a lo más profundo de este deseoso cuerpo.
.
Entre las cobijas y sábanas te he buscado
pero tal parece que has escapado;
quizás huiste con el viento gélido de la madrugada
o acaso partiste silencioso cuando despertó el sol,
empapado de sudor y sal…
ahora salgo al balcón a buscar tu figura herida
tu torso desnudo y tu pecho velludo;
tratando de sentir tu calor intenso…
tu corazón acelerado y tu piel perfumada
por la tímida niebla de la mañana.
.
EL
.
Sobre el lecho ha quedado el calor de nuestros cuerpos
y entre las sábanas has perdido tu inocencia…
oh, déjame contemplar aquella piel de dulce nata,
esos labios que exhalan suspiros y gemidos,
déjame acariciar tu pierna desnuda…
.Deja que tenga por esta noche:
aquellas caderas sinuosas como la carretera,
aquel vientre llano como planicie…
déjame tener esos pechos que se bañan en leche
déjame tenerte ahora, pues más tarde, ya no podré.
.
AMBOS
.
Aquí estoy, cansado y somnoliento
rodeándote con mi brazo derecho
y rozando tu piel con mi mano curiosa.
.
Aquí estoy, acariciando al ser que amo
aún cuando sé que durará mucho tiempo
pues la noche se acaba y el alba se anuncia.
.
ELLA
.
Oh, amado mío, amémonos en la penumbra
para que nadie observe la desnudez de mi alma.
.
EL
.
Oh, amada mía, amémonos en la sombra
que sea la oscuridad nuestra guarida.
.
AMBOS
.
Amémonos aquí, en el misterio de la nada,
dónde nuestro amor todo lo domina.
.
Amémonos aquí, de mil formas y maneras
que no importe nada, sólo nuestras caricias.
.
ELLA
.
Ven aquí, ahora y no más tarde
ahora que siento como cae la ropa
y como se humedece la piel de tanta espera.
.
EL
.
Ven aquí, ahora y no más tarde
ahora que siento ansias de ser amado
y acariciado por tus manos y por tu cuerpo.
.
AMBOS
.
No tardes más y sedúceme,
a soñar y desear amarte, enséñame…
y por las sendas del placer guíame.
.
No tardes más y tócame,
toda la piel… vamos acaríciame…
y al éxtasis total llévame.
.
Que sea esta noche por siempre
y que descubra toda la gente,
nuestros secretos más íntimos
que sepan lo que somos:
…dos misteriosos…
Amantes noctámbulos.
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